Como parte de los esfuerzos por recuperar y preservar el arbolado urbano, el Gobierno de Monterrey realizó una nueva jornada de reforestación en el corredor verde Aramberri-Washington, donde fueron plantados 45 nuevos árboles nativos. La iniciativa se enmarca en una estrategia integral para revitalizar los espacios públicos, mejorar la calidad del aire y dar mantenimiento a zonas que en años recientes se habían deteriorado por falta de cuidado.
Con el liderazgo del alcalde Adrián de la Garza, el municipio ha intensificado las brigadas de reforestación en puntos estratégicos de la ciudad. El caso del corredor Aramberri es uno de los más visibles: en abril, decenas de árboles fueron retirados debido a que estaban secos o enfermos. En respuesta, la administración organizó una intervención para reponer los ejemplares y garantizar su supervivencia a través de un programa especial de riego y seguimiento.
Los árboles plantados, entre ellos Mezquites, Ébanos y Palo Blanco, son especies nativas adaptadas al clima de la región, lo que aumenta las posibilidades de éxito en su crecimiento. La meta, de acuerdo con el municipio, no solo es volver a arborizar la zona, sino mantener los árboles en condiciones óptimas durante todo el año.
Aramberri, un corredor verde en recuperación
El corredor Aramberri-Washington ha sido objeto de varias intervenciones desde el inicio de la actual administración municipal. En una primera etapa, se rehabilitaron luminarias y se restauraron tramos deteriorados de la vía. Ahora, con la reforestación en marcha, el gobierno municipal busca consolidar el lugar como un espacio funcional, seguro y agradable para la comunidad.
La elección del lugar no fue casual. La zona había sido reportada en medios de comunicación y por vecinos debido al abandono progresivo del arbolado. En particular, la publicación de imágenes mostrando árboles secos, troncos cortados y huecos sin reponer evidenció la necesidad urgente de intervenir. El contraste con otros segmentos del mismo corredor, que sí conservaban vegetación saludable, dejó en evidencia un mantenimiento desigual que ahora se busca corregir.
“Todos los corredores ya están incluidos en un programa de riego y mantenimiento para que no se mueran los árboles”, informó la administración municipal, al destacar que el enfoque de esta estrategia es preventivo y sostenible. Esto implica monitoreo constante, aplicación de agua programada y atención técnica para cada ejemplar plantado.
En las labores también participó Reforestación Extrema, una asociación civil que apoyó con maquinaria especializada para realizar las excavaciones necesarias. Su colaboración permitió agilizar el proceso sin dañar el pavimento, ya que el equipo del municipio, más voluminoso, no era adecuado para trabajar en espacios reducidos.
Según informó el área de Comunicación Social del municipio, esta colaboración se dio de manera gratuita: “No se hizo ningún pago a la organización. Fue un apoyo voluntario para facilitar los trabajos, ya que los cuadros donde se plantan los árboles son muy pequeños y requerían herramientas específicas”.
Avanza estrategia ambiental en Monterrey
La reforestación del corredor Aramberri no es un hecho aislado, sino parte de una política ambiental que la administración de Adrián de la Garza ha impulsado en diversos puntos de la ciudad. Semanas antes, en la Calzada Miravalle, se llevó a cabo la plantación de 90 árboles como parte de la misma estrategia.
A estos esfuerzos se suma la cuarta edición del programa “Adopta un árbol”, prevista para el próximo 14 de mayo, con la que se busca involucrar a los ciudadanos en el cuidado del medio ambiente. La propuesta incluye entregar árboles para que las personas los planten en sus hogares o barrios, con la condición de que se comprometan a mantenerlos y vigilarlos durante sus etapas iniciales de crecimiento.
Desde la perspectiva del gobierno municipal, estas acciones contribuyen a crear una ciudad más resiliente, verde y comprometida con la sustentabilidad, especialmente frente a los desafíos ambientales que enfrenta el área metropolitana de Monterrey, como el aumento de temperaturas, la contaminación del aire y la pérdida de biodiversidad.
A nivel técnico, la elección de especies nativas ha sido fundamental para asegurar que los árboles plantados logren adaptarse sin un uso excesivo de recursos hídricos. Además, se han diseñado manuales de cuidado y riego que serán distribuidos a ciudadanos y empresas que participen en futuras brigadas o adopciones de ejemplares.
Espacios públicos que se regeneran
Además de su impacto ecológico, la reforestación urbana también tiene un componente social. La presencia de árboles y áreas verdes bien cuidadas mejora la percepción de seguridad, fomenta la convivencia ciudadana y puede incluso tener efectos positivos sobre la salud mental de quienes habitan o transitan por las zonas intervenidas.
En el caso de Aramberri, el corredor se encuentra en una zona céntrica con alta afluencia peatonal, por lo que la recuperación del entorno es vista también como un paso hacia una ciudad más inclusiva y habitable. El gobierno municipal de Monterrey ha reiterado que la intervención en este punto es solo una de muchas programadas para las siguientes semanas en camellones, parques y avenidas principales.
De la Garza aseguró que se mantendrá una vigilancia constante sobre el estado de los árboles plantados, para evitar que se repita la situación que dejó decenas de ejemplares secos y abandonados por falta de mantenimiento, como ocurrió durante administraciones anteriores.
“Vamos a seguir reponiendo los árboles de otros corredores y camellones donde detectamos que la cobertura vegetal ha disminuido. La meta es tener un Monterrey más verde, más fresco y más amable con su gente”, declaró el alcalde en un comunicado.
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