La serie “Como Agua para Chocolate” Llega a Max6 min read

Serie Como agua para chocolate Laura Esquivel en MAX

El libro de la escritora mexicana , Laura Esquivel, Como agua para chocolate (1989), llega por segunda vez a producción audiovisual, ahora como serie en la plataforma MAX.

La Magia de la Escritura y Cocina Mexicana en MAX

La serie “Como agua para chocolate” se ha convertido en una historia icónica, y su reciente estreno en la plataforma de MAX ha capturado nuevamente el corazón de los espectadores.

Adaptada del libro de Laura Esquivel, esta producción rinde homenaje a una narrativa de amor, tradición y secretos familiares que han perdurado por generaciones. El estreno no solo revive el clásico de la literatura, sino que también explora la esencia de una cultura profunda y cargada de simbolismos, en especial los que evocan el poder de la cocina como refugio emocional y espacio de conexión con los antepasados.

La protagonista Mamá Elena, interpretada por Irene Azuela, destaca la herencia de rigidez emocional que transmite su personaje. En sus palabras, el personaje es una especie de reflejo de su abuela, una mujer de carácter fuerte que reprimió sus emociones en pro del bienestar de sus hijas.

Para Azuela, interpretar a Mamá Elena representa entender las limitaciones y exigencias de ser mujer en un contexto que imponía a las madres el deber de ser la base estructural y emocional de la familia, a menudo a costa de sus propias emociones. Así, la actriz ha logrado inyectar en su interpretación una carga de historia y sacrificio que trasciende la pantalla.

Por otro lado, Ana Valeria Becerril, quien interpreta a Rosaura, compartió que explorar su personaje le permitió conectar con su historia familiar. A través de su abuela, encontró similitudes con Mamá Elena y Rosaura, reconoció las silenciosas luchas de las mujeres en su linaje y entendió el peso de la tradición y el deber que se perpetúan en generaciones. Para Becerril, este proyecto se ha convertido en una oportunidad para sanar esas heridas ancestrales, un proceso en el que ha puesto de manifiesto las historias no contadas y los silencios que aún persisten en muchas familias.

Laura Esquivel: La Cocina es Vínculo Emocional

Uno de los elementos centrales en Como agua para chocolate es la cocina, un espacio que conecta a los personajes, y a las actrices, con sus raíces y memorias familiares. Para Ángeles Cruz, quien da vida a Nacha, la cocina del set de la serie trascendió el plano de la actuación y se convirtió en un espacio de reencuentro con su herencia oaxaqueña. La actriz describe cómo el aroma de los ingredientes y el acto de cocinar hicieron que el set se transformara en un refugio emocional, un lugar donde ella y sus compañeras pudieron expresar sus emociones y compartir momentos de conexión profunda. Este ambiente lúdico y cargado de sentido evocó en ellas memorias de su infancia y les permitió fortalecer la relación con sus personajes.

Para dar autenticidad a las escenas, el equipo de producción decidió enseñar a las actrices cada receta que aparece en la serie. Este proceso no solo fue técnico, sino que permitió que las actrices comprendieran la alquimia que implica cocinar. La preparación de los alimentos en el set evocó en Cruz recuerdos de su infancia, cuando el acto de picar cebollas o amasar era un viaje sensorial lleno de olores y texturas:

“El día que pasamos picando cebollas fue un viaje completo de olores y emociones”, comentó Cruz.

Estos detalles, que muchas veces pasan desapercibidos para la audiencia, dotan a la serie de una atmósfera única, que se percibe en cada escena.

En cada plato, en cada aroma y textura, el espectador puede sentir la dedicación del elenco. La cocina se convierte en un reflejo del sacrificio y amor incondicional que une a las generaciones en Como agua para chocolate. Las escenas reflejan no solo la técnica culinaria, sino también la historia y el simbolismo detrás de cada receta, convirtiendo la cocina en un personaje más dentro de la historia.

Una Novela y Serie en Búsqueda de la Libertad Emocional

Azul Guaita, quien interpreta a Tita, explora la dualidad de su personaje, una mujer que aspira a ser libre, pero que enfrenta las cadenas emocionales y sociales que impiden su independencia. La actriz aborda a Tita desde una perspectiva donde la vulnerabilidad y el coraje se entrelazan, reflejando una lucha interior constante. Según Guaita, esta versión de Tita en la serie es distinta a la figura que muchos recuerdan del libro; en esta adaptación, Tita no oculta sus emociones, sino que las expresa abiertamente, enfrentando los límites de su contexto y anhelando una libertad que sabe que quizás solo sea un espejismo.

Este enfoque permite a Guaita capturar una faceta más compleja de Tita, que no solo resiste, sino que también encuentra su voz en el silencio impuesto. La actriz comentó cómo esta interpretación le ha permitido ver en Tita la representación de una generación que, al igual que ella, también lucha por liberarse de las expectativas y mandatos heredados. En cada emoción contenida, en cada gesto y mirada, Tita se rebela, se libera, aunque sea de manera fugaz, en una representación de la búsqueda de identidad y libertad.

Laura Esquivel, la autora del libro, compartió detalles íntimos con el elenco sobre la creación de sus personajes, especialmente Tita. Reveló que cada aspecto de sus personajes, cada detalle y conflicto interno, tiene un origen en sus propias vivencias y en las historias de su familia. Para Esquivel, la escritura de la novela fue una suerte de alquimia emocional, un proceso de transformación y sanación que también ha impactado a las actrices en la serie. Esta cercanía con la autora enriqueció la interpretación de las actrices, quienes ahora ven a sus personajes como reflejos de sí mismas, más allá de lo que se cuenta en el libro.

Reflejo de una tradición silenciosa

Para las actrices, Como agua para chocolate representa una oportunidad de reinterpretar historias familiares que se mantienen en silencio. En cada uno de sus personajes, desde Mamá Elena hasta Tita, se ve reflejado el peso de una herencia emocional compleja y llena de sacrificios. Estos personajes no solo cuentan una historia de amor y pasión, sino que también abren la puerta a un diálogo sobre las limitaciones impuestas por la tradición y el deber. A través de esta serie, las actrices se han reencontrado con su historia, desenterrando silencios y encontrando en sus personajes una voz que resuena con las experiencias de generaciones de mujeres.

La serie “Como agua para chocolate” no solo revive una historia, sino que reaviva los vínculos familiares y las historias no contadas que perduran en el tiempo. Con cada acto de cocina, cada diálogo y cada silencio, las actrices ofrecen al espectador una narrativa íntima que conecta pasado y presente, abriendo la puerta a la reflexión sobre la libertad, la herencia emocional y el poder de la conexión femenina.

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